Pastor Bryant usa el boicot comercial como presión antirracista
Pastores evangélicos negros lideran boicot contra cadenas de tiendas que discriminan a comunidades afroamericanas en los Estados Unidos (AUDIO en INGLÉS, y VIDEO)
Mientras la atención mediática global se centra en las protestas antiinmigrantes contra Donald Trump en California y otros estados, en el resto de los Estados Unidos sigue con fuerza una guerra comercial liderada por un boicot de afroamericanos como presión antirracista.
Una coalición de pastores evangélicos negros en el sur de los Estados Unidos inició un boicot nacional contra grandes cadenas de tiendas a las que acusan de discriminar a las comunidades afrodescendientes. Entre las empresas señaladas están Target, Dollar General, Walmart y Walgreens, todas acusadas de prácticas que afectan desproporcionadamente a consumidores y empleados negros.
Y tal y como ocurrió en las luchas por los derechos civiles en la década del 1950, el proceso lo dirigen líderes religiosos afroamericanos. El reverendo Jamal Bryant, líder de la histórica iglesia New Birth Missionary Baptist Church en Georgia, se ha convertido en una de las voces principales del movimiento, calificando el boicot como "el más exitoso desde los boicots por los derechos civiles en Montgomery, Alabama, durante los años 50".
“Hay que reconocer que Target es el boicot más exitoso que los afroamericanos hemos tenido en 70 años desde el boicot de autobuses de Montgomery en la época del Dr. Martin Luther King”, dijo Bryant.
En su primera entrevista para medios en América Latina, Bryant dijo a Negrx en Página 12 que el boicot surge de la grave desigualdad contra las comunidades afro. Las personas negras gastan 12,000 millones de dólares al día en compras en tiendas Target, por lo que alejarse de las políticas de alejarse de la diversidad, la equidad y la inclusión se considera una traición a una comunidad que ha sido un consumidor fiel.
“La cadena perdió 12,000 millones de dólares en su valoración, las acciones cayeron de menos de 145 dólares por acción a menos de 93 dólares por acción en cuestión de meses. El salario del director ejecutivo se redujo en un 43%. Los pedidos en línea han bajado un 8,3%. El impacto del boicot es innegable. Por lo tanto, tenemos que recordar que cuando nuestras comunidades se movilizan, y se mantienen enfocadas, se logran cambios”, agregó el religioso.
Para todos los efectos, Target quedó “cancelada” cuando las comunidades negras decidieron exigir respeto.
EL EFECTO DEL BOICOT
Días antes de que la atención mediática estuviera en las protestas antiinmigrantes, medios como las cadenas de televisión CNN y FOX , así como The New York Times, The Washington Post, Fortune y The Guardian ya habían identificado el efecto económico que el boicot provocaba en toda la nación. El mensaje, como señalaba la agencia AP era tajante: se les pedía a las comunidades que no patrocinen los negocios donde hay serias dudas sobre la diversidad, equidad e inclusión. Las comunidades respondieron alejándose de esos negocios.
“Dollar General ubica sus tiendas a menos de ocho kilómetros del 75% de los hogares de afro estadounidenses, y aun así, no apoya a las comunidades negras ni rinde cuentas. Ellos provocan desiertos alimentarios, por lo que ya era hora de exigirles responsabilidades”, dijo Bryant.
Los organizadores del boicot han denunciado prácticas como el cierre de tiendas en vecindarios predominantemente afroamericanos, la reducción de personal y de inventario en esas localidades, la presencia excesiva de seguridad y cámaras en tiendas de barrios negros, así como políticas corporativas que, según ellos, refuerzan estereotipos y tratos diferenciales.
Las cadenas que están en la mira del boicot incluyen a Target, que fue acusada de reducir operaciones en zonas urbanas con alta población negra, al tiempo que mantiene inversiones en zonas suburbanas blancas. También han surgido denuncias de racismo en el trato a empleados y consumidores afroamericanos.
La cadena Dollar General fue señalada por saturar comunidades negras con productos de baja calidad, sin ofrecer acceso a alimentos frescos, y por condiciones laborales precarias. Mientras que Walgreens y Walmart se les señala por cerrar sucursales en barrios afrodescendientes bajo el argumento de "prevención de pérdidas", decisión que ha limitado el acceso a servicios básicos como farmacias.
En el caso de la cadena Target se pidió a los consumidores que simplemente no compraran en las tiendas. Mientras que con Dollar General pidieron no sólo un boicot a las compras, sino que también inundaran con llamadas telefónicas, mensajes en correos electrónicos y en las redes sociales.
“Hay que seguir luchando por la justicia, con la esperanza de que Estados Unidos tenga libertad y justicia para todos”, agregó.
MÁS ALLÁ DEL BOICOT
El movimiento no se limita al boicot comercial. Los pastores están organizando foros comunitarios, campañas en redes sociales y actividades de educación económica. Se promueve el apoyo a negocios negros, la creación de cooperativas comunitarias y la inversión en sistemas de distribución alternativos que devuelvan autonomía a las comunidades.
"El evangelio no puede predicarse sin justicia económica. Nuestros púlpitos se han convertido en trincheras de resistencia donde se unen la fe y la acción", agregó.
El boicot también ha obtenido apoyo de artistas, activistas y académicos afroamericanos, quienes han señalado la importancia de usar el poder colectivo de consumo como herramienta política. En redes sociales, la etiqueta #BlackChurchBoycott ha ganado tracción, con miles compartiendo historias de discriminación en tiendas y promoviendo alternativas comunitarias.
Bryant recordó que los afroamericanos representan más de 1.6 billones de dólares en poder adquisitivo anual, una fuerza que, según los organizadores, debe ser usada estratégicamente para exigir respeto, equidad y reparación.
¿AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE?
Bryant espera que este esfuerzo de los pastores afroamericanos también sirva de inspiración para comunidades afrodescendientes en el Caribe y América Latina, donde la discriminación económica, el racismo estructural y la exclusión del mercado formal siguen siendo desafíos persistentes.
Entre las acciones concretas para movilizar a la población en Latinoamérica, Bryant sugirió hacer mapas de discriminación comercial. Esto ayuda a documentar y visibilizar los patrones de exclusión o trato desigual en centros comerciales, bancos, supermercados y plataformas digitales hacia personas negras. Además, dijo que se debe fomentar el consumo a nivel comunitario. Crear campañas que promuevan la compra en negocios afrodescendientes locales, incluyendo ferias, mercados solidarios y directorios comunitarios.
A base de la experiencia histórica de los afroamericanos en Estados Unidos, sugirió aliarse con iglesias, centros culturales y comunitarios, que pueden jugar un papel clave en movilizar la conciencia y la acción colectiva.
Otras sugerencias comunitarias incluyen impulsar la educación financiera y el cooperativismo. Hacer programas de alfabetización económica y modelos de negocio solidarios que puedan fortalecer la autosuficiencia económica y desafiar la dependencia de grandes corporaciones.
"Lo que vemos en Estados Unidos es una llamada de atención global. Si nuestras comunidades se organizan, si dejamos de consumir donde nos maltratan y empezamos a construir redes entre nosotros, podemos transformar las economías desde abajo y con dignidad", agregó.
Bryant considera que las comunidades afro en América Latina también se ven afectadas por las políticas de exclusión de las grandes corporaciones. Su sueño sería lograr una unidad panamericana. “Si logramos unificarnos, seríamos una fuerza innegable e imparable”, dijo.
“Creo en encontrar el empoderamiento económico y no dejarse engañar. Abogar por la educación financiera de las comunidades negras y latinas es lo que se necesita. Nuestra gente sabe qué hacer, pero simplemente no sabemos cómo conseguirlo. Por eso es tan importante que tengamos acceso al capital. Tenemos que ser pensadores críticos”, sostuvo.
Abogó por que haya igualdad en el acceso a la vivienda, la propiedad privada, la educación y la atención médica universal equitativa como temas que las comunidades afro deben resolver. “No buscamos nimiedades. Buscamos semillas para que podamos crecer, no para hacernos ricos, sino para crear riqueza generacional”, expresó.
SIN CONFLICTOS RELIGIOSOS
La campaña para el boicot la hicieron en la Cuaresma porque entendían que hay un marco espiritual.
“Estamos lidiando con los republicanos MAGA que ahora tienen autoridad sobre la Corte Suprema, el Congreso y el Senado. Así que no tenemos suficientes votos para cambiar la política, pero sí tenemos suficiente oración para tener un impacto”, dijo.
“No se puede afirmar ser cristiano y no querer cuidar de los pobres, proteger a los inmigrantes y educar a los niños. La verdadera esencia del cristianismo que Jesús modeló está conectada con la compasión. Está conectada con el amor. Está conectada con construir un sentido de lo que el Dr. Martin Luther King llamó la comunidad amada. Por lo tanto, al ser cristianos, nuestras acciones deben estar a la altura de sus palabras. Solos no podemos, pero juntos podemos lograr algo que la historia siempre recordará.”, agregó.
(NOTA: Una versión editada de esta noticia fue publicada hace dos días en Argentina, en el segmento NegroX del reconocido diario Página 12. Publico en ese segmento por invitación y ellos tienen un intercambio con otros medios noticiosos en Brasil, Colombia y otros países que también publican nuestras noticias.)