Imalay afectada por golpes de la Policía
Estudiante universitaria y emprendedora denuncia que le fabricaron caso cuando fue arrestada en las manifestaciones en La Parguera; próxima vista en el tribunal será el 8 de sep (AUDIO y FOTOS GOLPES)
Es una joven con muchos sueños. Fajona. Sus padres dicen que es buena hija. Es atleta y practica el fútbol, estudia y trabaja en varios ‘part-times’ en fincas recogiendo frutos y acaba de lanzar una línea de trajes de baño que ella misma diseña y confecciona. Después de todo, tiene el talento. Justo cuando terminó su bachillerato en Justicia Criminal en la Universidad Católica, comenzó otro en Diseño de Modas. Pero tiene conciencia y con su novio decidieron ir a una protesta por la protección del ambiente. De allí salió malamente golpeada, arrestada y con una fianza de sobre $100,000 y dice que fue acusada falsamente. Imalay Arroyo Surita, se atrevió a contar su historia.
“A mí me fabricaron un casó y la estoy pasando mal. Me está afectado mi salud y mi estado mental. Por favor tomen conciencia de mi situación y de cómo me joden la vida sin tan siquiera haber visto evidencias de lo que me acusan”, con esa frase Imalay, quien pide que la identifique por su nombre de pila, describió en su página de Facebook cómo se sentía como secuela de los violentos arrestos que hicieron oficiales de la Policía de Puerto Rico en el barrio La Parguera de Salinas, el pasado 9 de julio.
Hasta allí llegaron cientos de personas a protestar porque individuos con poder político y económico siguen construyendo ilegalmente, invadiendo terrenos, talando mangles y destruyendo el hábitat en una reserva natural. En la protesta algunos entraron a una caseta construida por la familia de la Comisionada Residente, Jennifer González, y rompieron parte una construcción reciente, hecha por sus suegros José Vargas Cortés e Irma Llavona Rivera. Hubo seis arrestos de manifestantes. Imalay fue una de esos.
“Yo no estaba allí cuando empezó la protesta. Llegué mucho más tarde cuando ya casi se había acabado y estaban los policías en formación y ya se habían llevado a varios arrestados”, narró Imalay, quien junto a su novio se había ido ya de la zona cuando de pronto, su carro fue rodeado por patrullas de la policía, los bajaron y empezaron a golpearlos.
“Se bajan cinco hombres y se tiran encima de mío. Estos hombres se tiran con toda la fuerza del mundo. Me empiezan a decir de todo. Todas las malas crianzas que se le puedan ocurrir a ustedes. Entonces, ellos me tiran para el piso, entonces ellos me empiezan a hacer presión. En todas estas yo le pregunto a los policías: ¿por qué me arrestan? ¿Por qué me arrestan? En todo este interín, los policías no son quienes de decirme por qué me están arrestando”, narró.
Nunca le dijeron por qué la arrestaron, a pesar de que la golpearon malamente. Los moretones, golpes y arañazos se ven en fotografías. Cuando la arrestan, narró que los policías la reventaron contra el piso, ella se dobló un tobillo y al ellos darse cuenta, la llevaron a dos salas de emergencia en Guánica y en Sabana Grande, sin leerle las advertencias, sin permitirle llamar a algún familiar para indicar donde estaba, y sin decirle de qué la acusaban. La habían separado de su novio, ella llevaba horas sin comer y estaba mareada, pero con miedo a que la desaparecieran.
Vino a enterarse casi seis horas más tarde, ya en el cuartel cuando empezaron a gritarle, golpearla y maltratarla. La acusan de haber agredido a un policía, algo que ella niega. Imalay asegura que tiene vídeos y fotografías que estuvo tomando en el evento, y que señalan la hora que corroboran su inocencia.
Aún así fue arrestada y la jueza municipal del Centro Judicial de Mayagüez, María del Pilar Vázquez, encontró causa para arresto y les impuso una fianza de $100,000 más un grillete electrónico.
Ese día la jueza Vázquez no permitió a los abogados de defensa que llegaran todos y hablaran porque recibió declaraciones juradas. Impuso una fianza global de más de $490,000 a seis manifestantes. A Iona Fournier Gómez, otra estudiante universitaria que la prensa vio y los vídeos corroboran que fue lanzada al mangle donde recibía puños en la cara por parte de oficiales, la jueza impuso $200,000 de fianza. A Francheska Vélez Ramírez le impusieron $75,000 de fianza, a Pedro Amengual Gutiérrez fueron $100,000; a Juan Edil Rodríguez González fueron $50,000, e igual cantidad le impusieron a Sheila Mejías Luciano. Esta última es la esposa del ambientalista y excandidato a la gobernación, Eliezer Molina. Todos tienen vista el próximo viernes, 8 de septiembre.
“Nada de lo que dicen esos policías es cierto. Me están fabricando un caso”, dijo Imalay, quien describió su vida como un caos desde que fue arrestada. Por los golpes recibidos, no ha podido practicar el fútbol y otros deportes que ama. Lo más que le preocupa a ella y a sus padres, es que ha venido sufriendo episodios de desmayos y aparentes ataques epilépticos, que se propician por el grillete electrónico.
“Entre todo el caos que estoy viviendo con el arresto domiciliario y el grillete, yo estaba tratando de llevar una normalidad en mi vida, ya que esto es para largo y no deseaba caer en la desesperación”, contó, mientras explicó que esto mismo escribió en su página de Facebook. “Pero de madrugada tuve un episodio extremo, horrible y para pelos, donde me desmayé en el baño. Intente varias veces recobrar la conciencia, pero cada vez se me hacía difícil volver en mí”.
En su desmayo, cuenta que intentaba levantase y no sabe cuánto tiempo estuvo en esas. Finalmente logró llegar al cuarto de sus padres para avisarle que le ocurría algo, antes de desplomarse. Sus padres llamaron a la ambulancia y cuando llegaron los paramédicos, aparentemente tuvo un bajón de presión o un mareo por epilepsia. Todavía no se ha diagnosticado, pero los mismos paramédicos notaron que es la ansiedad, la presión por el grillete electrónico y los golpes.
“A mí me fabricaron un caso. Ojalá mi vista se televise para que toda la gente vea que los puntos de la Policía no hacen coherencia”, dijo. Imalay tiene un canal de YouTube para el que estaba grabando y documentando las incidencias en esa protesta en La Parguera. “Me ubican removiendo artículos de la caseta cuando yo no estaba ni en Lajas. Yo no había llegado allí. Desde esa acusación se va viendo la costura”, dijo.
“Que las personas entiendan que esto es real y que la fabricación de casos es real en este país”, concluyó.