Aseguradoras golosas y gobierno cómplice, dice el Colegio de Médicos
Responden a resolución de felicitación que emitió el presidente del Senado, José Luis Dalmau y otros legisladores a aseguradoras como MMM que abren clínicas que desplazan médicos, Ipas, Centros 330
Sigue creciendo la indignación de los médicos. Hoy se unió el Colegio de Médicos al coro de voces que critican al gobierno por no fiscalizar y trinan contra el Senado y MMM. El viernes pasado, 30 de julio, trascendió que varios senadores radicaron una resolución de felicitación para la aseguradora MMM por abrir una Multiclínica en Aguadilla, hecho que los pone en ventaja al competir con médicos, grupos médicos, centros 330, centros Ipas y hospitales, porque además de aseguradores, se convierten en proveedores con información privilegiada.
Desde entonces decenas de médicos han inundado las redes sociales y enviado mensajes a la prensa quejándose de la situación. El presidente del Senado José Luis Dalmau se excusó diciendo que, como presidente del cuerpo, el firma todas las resoluciones de felicitación. No dijo si tiene vínculos con MMM, si la aseguradora le aporta a su campaña o si tiene familiares que trabajan o han trabajado con la empresa.
Pero eso es sólo un síntoma del grave problema que enfrentan los médicos en el país ante una competencia desleal que viene a desaparecerlos, según el presidente del Colegio de Médicos Cirujanos, Carlos Díaz Vélez. El también cardiólogo criticó hoy a quienes comparten alegría por la apertura de clínicas o centros pertenecientes a las compañías aseguradoras, lo que calificó como "un conflicto de interés descarado de estas aseguradoras médicas en los papeles de dueñas-proveedoras".
Anticipó, Díaz Vélez, que lo que hizo MMM y están haciendo las demás aseguradoras como Triple S y First Medical, entre otras, es una expansión arrolladora de decenas de centros y clínica que “devorará y triturará en los próximos meses, la práctica privada de la medicina de cientos de médicos y de decenas de instalaciones de salud como laboratorios y farmacias”.
Exigió al Departamento de Justicia, al Comisionado de Seguros, al Secretario de Salud y a las agencias federales a que “despierten de la inercia” y se den cuenta de este oligopolio.
Explicó que se trata de una operación de acaparamiento, control y concentración de mercado por parte de aseguradoras médicas, con la cual se violenta y corrompe el sistema de equilibrios que, a base de criterios de necesidad, adecuacidad y libre competencia, sostenían la prestación de servicios de salud privada. Estas llamadas Clínicas o Centros, celebradas bajo un manto de intensa publicidad, colocan en un solo lugar como dueño, al Plan Médico, y disfrazan de conveniencia las prácticas más desleales y menos competitivas imaginables.
“Así, un médico bajo contrato por la aseguradora-proveedora es obligado por contrato a cobrar deducibles en su oficina, mientras que la aseguradora no los cobra en esos centros. Al médico se le maniata, mientras el gancho es arrojado por la aseguradora. El médico-proveedor ---cuya relación es con el paciente--- ve cómo con este gancho, ante la precariedad económica se jala a los pacientes a estas clínicas concentradas. Así, se reduce el tamaño o viabilidad de la práctica médica, todo para beneficio de la aseguradora convertida en proveedora”, explicó el doctor.
También dijo que si a esto se añaden prácticas de mercadeo despreciables como la de llamar e inducir a los pacientes a abandonar a sus médicos de cabecera, por el puñado de médicos que concentran una enorme cantidad de pacientes en estas clínicas, “somos testigos de cómo el paciente, así apropiado y extraído de la oficina del médico, va a parar a un lugar donde es examinado en un puñado de minutos, debido al volumen de pacientes "atendidos" en masa en esta operación al por mayor. Diez o si acaso, quince minutos, justifican la visita y la facturación en estos "ventorrillos" de la salud glorificados”, dijo Díaz Vélez.
“La calidad se reduce, el paciente es un número, lo atiende simplemente quien esté y no quien ha conocido su historial y reconoce elementos individuales esenciales que se escapan al examen superficial”, agregó.
Por estas prácticas es que la resolución del Senado tiene a los médicos tan molestos.
El pasado viernes trascendió que el presidente senatorial había firmado la resolución felicitando a MMM semanas antes. La medida fue radicada por los legisladores Migdalia González Arroyo, Javier Aponte Dalmau, Ramón Ruiz Nieves, y el propio José Luis Dalmau.
“La falta de esta depredación adicional de las aseguradoras médicas, lleva a algunos a felicitarlas, incluyendo a quienes tienen que fiscalizar al inmovilismo y la inercia. Mientras tanto, una aseguradora pública anuncios, y se le felicita por inaugurar su establecimiento u hospitalillo número quince, y otros seguros médicos-dueños hacen lo mismo y llenan la fila del banquete de la gula”, dijo el doctor Díaz Vélez.
“Todo este operativo contra la oficina y práctica del médico, coincide con el cierre de las listas de pacientes y su congelamiento, y otras estrategias que procuran el estrangulamiento económico de las oficinas médicas. Si se ven obligadas a cerrar, más acaparamiento habrá de sus pacientes en los centros o clínicas. Nadie se extrañe cuando llegue a visitar al médico de su preferencia, quien lo ha atendido a usted y a su familia por años, que le avisen que va a cerrar su oficina. Tampoco, le sorprenda que reciba una carta poniendo a su disposición su expediente médico. Quizás no se le explique cómo el mercado asegurador sin controles ha sido el causante de la debacle”, advirtió.
Dijo que el Colegio de Médicos invita a las pacientes a seguir avisando a sus médicos cuando reciban las llamadas de las aseguradoras o de esos centros para invitarlos a tratarse allí. También instó a los legisladores que, en vez de firmar resoluciones de felicitación, que “mediten sobre las consecuencias, lean y reflexionen, antes de endosarlas o firmarlas como el papagayo. Es triste ver que miembros de la mayoría parlamentaria del Senado sean confundidos por estos cantos de sirena de quienes no han prestado un juramento por la salud y sí por la gula, las aseguradoras, y quienes operan por la libre con licencia del estado, casi para matar”, dijo Díaz Vélez.
Porqué los legisladores no fiscalizan el tiempo de espera o las tarifas de otras profesiones? Mi plomero me cobró $450 por cambiar un bidet y quería cobrarme $750 por poner una pileta! Un abogado cobra de $ 300- $700/ hora. Un peluquero en tinte y recorte cobra $60-150, la uñas, pedicuras etc de $60 + y allí si que uno va semanalmente o mensualmente! (Un parto le pagaban a un obstetra $ 600 y si algo sale mal lo demandan por millones!), los mecánicos cobran más de $ 100 por hora, los contables...etc. Porque destruir a la clase médica para luego quejarse de la salud ...!
Es monopolio. Da asco, perdonando la palabra. Le pintaran un idilio con los médicos y los servicios, pero es una estafa disfrazada. Es un negocio redondo, no para los médicos qué por necesidad y sobrevivência tendrán qué aceptar el "trabajo", porqué no podrán seguir con su oficina privada. Serán desplazados igual qué se han ido a la quiebra, o cerrar sus negocios, cómo muchos han obligados. Es otra trama con diferente nombre, pero la misma jugada. Los doctores qué acepten se convertiráran en esclavos de cierta propuesta. En fin, es un negocio, y todos los qué invierten en ésa, qué amenaza con quedarse con todo el dinero de Medicare, Medi-cal, Medi-caid, y los fondos del Seguro Social, tienen sed y hambre de dinero y poder. Van a destruir todo, cómo ya vemos. Los políticos, inversionistas, banqueros, estafadores. etc. quieren apoderarse del dinero del los fondos qué ya mencioné, incluso el IRS. Hace tiempo los tienen en la mira. The "cookie jar", los fondos del gobierno, ósea el dinero qué pagamos cómo impuestos, seguro social (qué es dinero que ha sido ganado por el empleado, y le sacan cierta parte de su salario/cheque, qué ha trabajado, y le sacan para su "retiro", etc.
Yo vivo en Estados Unidos, y las cosas van de mal en peor.
No crean qué serán atendidos por una recepcionista ni por teléfono. Para hacer citas, o lo qué desea, tendrá qué hablar con un Robot, y éste está programado. Sólo tendrá ciertas alternativas, y si no concuerdan con lo necesario, qué le ayude alguna alma de no sé dónde! No tengo suficiente espacio para explicar, pero es pésimo. Se convertirán en los próximos "McDonald's" (franquicia), y no crea qué le darán servicio, ni calidad. Todo está controlado. En vez de "carne", usted compra algo parecido a carne, pero es "sintético y artificial". Y pagará con dinero, y con su salud. Monopolio disfrazado. Están eliminando la clase media, y la trabajadora. Cada día hay menos empleos, más necesidad de todo, y retrocediendo. Ricos y pobres. No hay espacio para nadie. Muy lamentable.